CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA – GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

El spoiler es inofensivo. Está en el título, en la primera línea. No es fácil resumir esta obra sin desalojar matices. El asesinato sobre el que orbita este clásico del siglo XX es tan solo el epicentro del mapa argumental. Una crónica que se ronda el suceso 27 años después del crimen. Como un viejo trompo de madera, este libro da vueltas y vueltas sobre ese punto exacto, secuestrando al lector hasta depositarlo en aquel pueblo en el que tantas voces y actos trazan una violenta revelación.

Gabriel García Márquez
– Foto de la fundaciongabo.org

Gabriel García Márquez (Arataca, 1927 – Ciudad de México, 2014) exhibe su dominio de las estructuras narrativas en esta novela, haciendo destacar a su vez su precisión como periodista. Autor de una obra extensa y reconocida alrededor del globo, publicó esta novela un año antes de que le fuese concedido el Nobel de Literatura en 1982. Poco se puede añadir al talento que reviste. Y esta crónica literaria habla por sí misma.

Mi edición de la novela


Crónica de una muerte anunciada es uno de esos libros que dejan una pisada inconfundible en la tierra baldía de la memoria. El célebre arranque de la novela supone el desenlace de una vida. Así nos presentan a Santiago Nasar. En las diez primeras palabras conocemos que su destino es la muerte. Un asesinato, en concreto, por ser a manos ajenas. “El día en que lo iban a matar”.

Una novela breve (mi edición apenas soporta 157 páginas) en la que el propio lector tira de freno de mano. Porque se lee rápido, desde luego, pero se degusta mejor a fuego lento. La concentración que se mantuvo en su escritura nos transporta a aquellas calles bañadas por un calor impropio de febrero, con olor a caminos de tierra y costa, con restos de una gran fiesta y una sombra de desgracia que ondea entre algunos vecinos.

Su éxito radica en los saltos temporales. El narrador ha ido recopilando entrevistas y hechos de los que pone en conocimiento de forma desordenada (todo meditado, es la apuesta de García Márquez) en los que se salta adelante y atrás, con diferente intensidad y frecuencia. Cabe recordar que el lector parte del día de la muerte pero es una crónica 27 años más tarde, con diferentes focos personales, pues cada entrevistado lo vivió bajo una parcialidad particular.

La muerte de Santiago Nasar (fijada en la primera línea de la novela)
Fotograma de la adaptación cinematográfica homónima dirigida por Francesco Rosi

Los personajes están sepultados entre lo que saben y lo que muestran ser. Algunos están desolados por el horror, otros por la culpa. Algunos consiguieron escapar de aquella atmósfera pero reviven la desgracia ante el narrador. La dureza de la vida y la levedad de lo que se desconoce perfilan las personalidades. El lector encuentra momentos en los que la verdad se descubre y relampaguea ante los ojos con rudeza. Una novela que merece la pena abordar desde cierta madurez para acariciar los matices sociales y personales que allí se contienen.

Arranca la novela narrando:

El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5:30 de la mañana para esperar el buque en que llegaría el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros. <<Siempre soñaba con árboles>>, me dijo Plácida Linero, su madre, evocando 27 años después los pormenores de aquel lunes ingrato.” 

Disfruten del viaje, futuros lectores.

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