CRÓNICAS LITERARIAS

Me gusta apostar por la diferencia, el matiz que sume, lo nunca visto, el «qué puedo hacer por ti» que me diferencie del resto de opciones al alcance del lector. Las crónicas literarias que hago no es algo que haya inventado, por supuesto. Pero sí lo es mi enfoque, y el estilo lo es todo.

Hay muchos escritores y periodistas que han jugado con literaturizar lo vivido mediante crónicas (se me viene a la cabeza, así a bote pronto, nombres dorados como Rosa Montero, Ryszard Kapuściński, Enrique Vila-Matas, Truman Capote, Ernest Hemingway…), y, básicamente, jugaron con la autoficción, que podríamos decir. Es genial, no obstante, mi postura es otra y sólo puede funcionar si está en contacto con otras formas de Arte.

Yo coloco a cada personaje literario en un contexto ya existente y comienzo a desdibujar las fronteras entre realidad y ficción, doy respuestas literarias a momentos vividos, abro puertas a la imaginación de lo posible, hago mío personas reales cuya existencia pasa a multiplicarse sobre el papel (la pantalla) y trato de entretener e informar al lector-espectador que me ofrece su tiempo.

Estos son los proyectos más destacados que siguen el formato de crónicas literarias, cada uno con su personalidad y razón de ser:


La butaca del Enmascarado

Aquí comienza el experimento. Esta idea se originó en 2020, en plena crisis pandémica, en colaboración con el Festival de Cine Europeo de Sevilla. Este evento fue el último festival en pie en aquella época, con un esfuerzo increíble para garantizar la seguridad de todos y de la propia Cultura. El Enmascarado, recibía ese nombre, porque se escondía tras una mascarilla quirúrgica, obligatoria por el protocolo de entonces, mientras se colaba en dicho festival. Un actor fracasado que hace uso de todos sus dones para colarse en este mundillo, al que cree pertenecer.

Víctor Vigía, el Enmascarado, es un oportunista, un mentiroso, un amante despechado que vuelve a su fuente de placer, las salas de cine, para redefinirse frente al espejo.”

— La Butaca del Enmascarado


EIDÔLON, Aristófocles eterno

En 2023 surge la necesidad de conectar los teatros y auditorios de Sevilla bajo una misma apuesta literaria. Es el caso de «EIDÔLON, Aristófocles eterno«, que versan sobre el fantasma de un dramaturgo de la Grecia Clásica que se aparece en los momentos de la historia que tienen una gran carga de energía escénica. A raíz de ello, va tomando buena nota de los espectáculos que presencia (y del shock tempo-cultural), a fin de crear el Arte Escénico Definitivo (tiembla Shakespeare, tiembla Lope de Vega). Esta idea pudo arrancar con el Festival de Artes Escénicas de Sevilla (en colaboración con cinco auditorios) y saltar a la cobertura de la programación de importantes teatros como el Teatro de la Maestranza y el Teatro Central.

Aristófocles fue un dramaturgo maldito en su época, la que conocemos como Grecia Clásica. Un autor prolijo e indefinible. […] Por amenazar las ideas de su tiempo (y porque siempre fue un pesado con sus cositas) le condenaron al ostracismo. Allá por donde fue desarrolló su creatividad y la muerte no le impidió continuar con su obra.”

— EIDÔLON, Aristófocles eterno


Partitura para el Fuego

Sevilla tiene una fuerte conexión con la escena del jazz más actual. Ejemplo de ello es el Festival de Jazz Universidad de Sevilla, que en 2023 cumplió con su edición XXVI. Para acercarme a esta música que multiplica todo lo posible, surgió Vilama, un trickster sevillano, algo así como un dios burlón, independiente y todopoderoso (como Hermes o Loki), un poco hastiado del mundo y que sufre algo que le hace un auténtico contemporáneo: Ansiedad. Descubrirá que nada le calma tanto como el jazz y esa aproximación con la música, el arte sanador más directo. Un proyecto de divulgación musical que visibiliza, a su vez, un problema tan común como es la ansiedad en nuestra sociedad.

Vilama es lo que se conoce desde tiempos antiguos como un trickster, una suerte de dios bromista, consejero o embaucador, o todo a su vez, según le dé. Los tricksters son seres muy listos para algunas cosas e idiotas solemnes para otras, que intentan conseguir lo que desean mediante ingenios y engaños, a veces comportándose como héroes y otras… como todo lo contrario.”

— Partitura para el Fuego


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