A TRAVÉS DEL FESTIVAL LEBOWSKI DE SEVILLA

Hacer cola vestido con bata y gafas de sol fue la norma frente la taquilla de Avenida 5 Cines el pasado jueves. El homenaje sevillano al clásico de los Cohen se hizo patente y deseado. “El Gran Lebowski” fue rescatado con ganas en la pantalla grande. Tal fue la acogida lanzada por Youfeelm que tuvieron que habilitar una segunda sala para la proyección simultánea del Festival Lebowski.

Así nos lo confesaba Esperanza Moreno, cofundadora de Youfeelm, quién con una afable cercanía concedía respuestas a unas breves preguntas una hora antes del estreno, mientras empezaban a pulular los primeros “Notas” por el vestíbulo del cine como si fuese el salón de su casa. “Sevilla siempre se muestra interesada” resumía respecto a la iniciativa de rescatar en las salas a películas consideradas de culto. Precisamente como respuesta a las reiteradas peticiones del público se ha podido materializar la proyección de esta comedia.

Sobre la idea del disfraz explicaba que “ir al cine disfrazados se hace en muchas convenciones y, en este caso, con una película así, que tiene unos personajes caracterizados de forma muy particular, pensamos que es muy dada para esto”. Y no se equivocaban, pues rápidamente la entrada iba acogiendo la llegada de diversos personajes, como el iracundo excombatiente Walter, la vanguardista Maude Lebowski, o la atrayente y consentida Bunny. Independiente al juego, queda notable la colaboración popular con el Banco de Alimentos aportando litros de leche.

Si bien un gran porcentaje de los cinéfilos asistentes había reservado su entrada previamente por internet, fue habilitada la posibilidad de la compra inmediata en taquilla, lo cual tranquilizó a los amantes de la última hora que se imaginaban con la miel en los labios. El entusiasmo que se respiraba en el recibidor se contagiaba. Para muchos era la primera vez que la verían, generaciones de nueva horneada, bienvenidos sean.

Es destacable que la mayor parte de los asistentes conocieron de la existencia del Festival Lebowski a través de sus cuentas de Facebook, especialmente con la publicitación del Banco de Alimentos de Sevilla. Y el boca a boca, que llega más rápido y contundente que los embistes de bolos que cruzaban el argumento fílmico.

Durante la proyección, la versión original fue acompañada de sonantes carcajadas, las palomitas legítimas y algunos “verá ahora”, que profetizaban escenas de cierta altura de paladar. Todo un goce visual que nos abstraía a finales de los noventa. Incluso el público coreó en ciertos momentos a los protagonistas y sus “Fuck it, Dude. Let’s go bowling” o “Shut the fuck up, Donny!

Una gran experiencia que nos tatúa la satisfacción de salir del cine con una impaciencia convertida en sonrisa. El recuerdo vivo de que el cine merece ser disfrutado de nuevo en su dimensión más social, en la que todos podemos fraguar ese momento más memorable con una mínima participación en la invocación del juego. La Cinecracia tiende la mano, Youfeelm lo hace posible. Se apagaron las luces y todos esperaron la proclamación con una sonrisa. “I’m the Dude. So that’s what you call me. That, or His Dudeness… Duder… or El Duderino”. Con o sin alfombra, mereció la pena.

Sevilla, a 8 de abril de 2016.
Alberto Revidiego